Efesios
2.14-16:
Porque él es nuestra
paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de
separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los
mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un
solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la
cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las
enemistades.
¿A qué se refería Pablo al
decir "la pared intermedia de separación"?
En el atrio del templo de
Jerusalén había una pared que separaba el atrio de los gentiles del atrio de
los judíos. En esa pared había una puerta sobre la que rezaba la siguiente
inscripción: "Cualquier gentil que
traspase esta puerta debe morir
apedreado". Dios le reveló a Pablo que cuando Jesús murió en la cruz no sólo
el velo del templo fue roto sino que espiritualmente
aquella pared que dividía a los judíos de los gentiles fue completamente
destruida. Por eso dice: «de
ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación».
Cristo, a través de su muerte, logró
la paz y acabó con toda división. Ahora la iglesia es el pueblo de Dios, y ese
pueblo es uno solo. La unidad de la iglesia se logró en la cruz. Toda división
entre los hombres terminó con la
cruz. Dios tiene una sola iglesia. Cristo tiene un solo
cuerpo.
La división actual de la iglesia va a llegar a su fin, y eso acontecerá
cuando el misterio de Cristo y de su obra en la cruz sea revelado por medio del
kerigma a la iglesia, a través de los verdaderos apóstoles y profetas del
Señor.